lunes, 3 de marzo de 2008

FORMACIÓN DEL ENTRENADOR DE FORMACIÓN (1ª parte)

Con este post quiero hacer una reflexión y provocar autocrítica en todos aquellos que lo leamos, incluído un servidor, por supuesto. Escuchando a un entrenador el otro día me di cuenta de lo "tontos" que somos a veces. Tontos porque así es como podemos definir nuestra actitud. A menudo, muy a menudo los clubes dejan en manos de los entrenadores más novatos, aquellos que nos sacamos el título en ese año, los chicos y chicas más pequeños/as de nuestro club, porque pensarán supongo que en algún sitio tendrán que ir aprendiendo este trabajo y qué mejor que hacerlos con los pequeños que no van a plantear problemas tácticos elevados.
Entonces ese entrenador que coge por primera vez un equipo ya cree que es Scariolo o Aíto y que entrena en ACB, que es uno de los "elegidos", sin pensar con que jugadores trabaja.
Imaginad que ese chico, lleno de ganas de aprender que ha jugado a baloncesto varios años y que habitualmente está frustrado o semifrustrado (no todos son Navarro o Gasol) con su vida como jugador se encuentra con un grupo de jugadores en edad alevín, infantil, o incluso cadete. Ese "entrenador" está ansioso por demostrar todo lo que él sabe y aunque entienda en el mejor de los casos que aún son pequeños, no tiene una buena base de conocimientos sobre la que trabajar, ¿por qué?. Porque lo que tiene más reciente es el trabajo que hace con su equipo de EBA, LEB, o con su equipo en categoría senior.
Pero, también nos pasa a los que llevamos más tiempo, la experiencia nos dice que es fundamental trabajar la técnica y la táctica individual de los jugadores, que es fundamental crear un grupo y que es fundamental encontrar una idiosincrasia propia de juego que nos defina y con la que nos sintamos cómodos, pero a menudo queremos abarcar más de la cuenta, ya no nos fijamos tanto en los equipos ACB, ahora lo hacemos en los mejores equipos de nuestra liga, pensamos eso de "si ellos pueden hacerlo nosotros también", pero debemos pensar lo que tenemos, los jugadores en formación no pueden y no deben asimilar todo lo que a los entrenadores se nos antoja, que en demasiadas ocasiones es excesivo. Hacemos scouting, nos fijamos en los rivales, preparamos los partidos pensando a quién se le corre y a quién se le juega más pausado, pero no siempre estamos respetando eso que se entrena a diario, no podemos cambiar cada semana nuestro estilo. ¿Por qué? pues muy sencillo, a mi modo de ver, ni somos profesionales (no tenemos 24 horas al día para dedicar al baloncesto, y lo primero es lo primero y para padres y educadores, entre los que tenemos la obligación de incluirnos, lo primero son los estudios); y la otra razón, creo que tan esencial como la primera, es que nuestros jugadores no cuentan con el bagaje motor baloncestístico adecuado para cambiar de registro cada semana.
Se puede defender en zona, pero no todas las zonas, se puede presionar, pero no todas las presiones, prefiero hacer que tengan 10 maneras de superar a un jugador a 10 sistemas contra la zona tal o cual que nos plantea el rival de esta semana.
No entrenamos ACB, así que, vamos a planificar a medio y largo plazo, debemos dar las mayores oportunidades a cada chico y chica para que disfruten del baloncesto, no para que solventen nuestras frustraciones.
Por favor, pensemos en las personas con las que trabajamos, no en lo que nos gustaría ser a nosotros. Lo importante son los chicos/as.

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